domingo, 14 de agosto de 2011

Plaga de topos


¡Ah, no! ¡Por ahí no paso! Desde la tierra de la tortilla de patata, la sangría, la paella, el jamón de Jabugo, el torito de Osborne y… los lunares, acepto topo como animal de compañía, pero juro por mis Louboutin que jamás les llamaré “polka dots”. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Vamos, que si Manolo Caracol levantara la cabeza, se clavaba la peineta de Lola Flores en el velo del paladar.


Como muchas otras cosas en la moda, los lunares van y vienen, pero nunca desaparecen.

En los años 30 los lunares se convirtieron en un imprescindible de la moda. La silueta de la época era suave y el chifón y la seda flotaban invadidos por un regimiento de topos, normalmente, pequeños y en color negro, marino o rojo. Incluso Walt Disney los incluyó en el vestuario de Minnie Mouse.





Durante los 40, los lunares se desvanecieron y pasaron a considerarse un estampado conservador y clásico.

Irrumpieron nuevamente con fuerza en los 50 cuando pasaron a estar presentes en todas las prendas, desde las infantiles hasta las corbatas masculinas, pasando por los magníficos trajes de noche. Los grandes diseñadores de esa época, como Christian Dior o Jacques Fathe también se motearon. Negro, blanco y rosa eran los colores de moda. En esa década los lunares cubrieron las curvas de Marilyn en “La tentación vive arriba”. Hasta fueron los protagonistas del éxito musical “Itsy Bitsy Teenie Weenie Yellow Polka Dot Bikini”.




Una década después, con el nacimiento del Pop Art, los lunares volvieron arrasando. Aparecían en los cuadros de Roy Lichtenstein o Bridget Riley, pero era sobre todo la moda de baño la que los convertía en pop. Diseñadores como Rudi Gernreich o Mary Quant imprimieron lunares en sus minivestidos y medias, zapatos y guantes y se arriesgaron con la mezcla lunar-raya en combinaciones cromáticas imposibles (en aquella época la amenaza “color block” aún no había llegado a nuestras vidas), como azul y verde o naranja y rosa.



Los lunares reaparecen en los años 80 cuando la moda se situó en la rampa del vintage y echó la vista atrás hacia los años 50. Se reciclaron las combinaciones rosa-negro, rojo-negro o blanco-negro, estampando tops y vestidos con grandes hombreras, además de las faldas aro de Vivienne Westwood.






Pues bien, este año los topos nos amenazan con una nueva plaga que cubrirá no sólo la ropa, sino también los complementos (Dios mío, que peligro cuando se encuentren con las serpientes que ya habitan mi armario).

Todas las marcas, desde las luxury hasta las low cost han llenado sus colecciones de circulitos de todos los tamaños, fundamentalmente –que no exclusivamente- en blanco sobre negro.

Marc Jacobs nos cubre de lunares de arriba abajo.
Combina varios colores
O utiliza topos XXL
Gucci los utiliza en uno de sus pañuelos.
Pero también, en mayor concentración, en camisas.

O en magníficos maxivestidos (¡me lo pido!!!)


Marni nos propone la combinación de distintos colores y distintos tamaños y se rinde al más puro estilo español incorporándolos en faldas de volantes.
Stella McCartney los incluye para velar las transparencias de un vestido.


Y Lanvin nos resucita a la maravillosa Gilda.


Me ha parecido fantástica la combinación de flores y lunares de Ninna Ricci. ¡Y encima en rosa!

Pero también las cadenas más asequibles han adoptado este estampado. Blanco nos propone este vestido.
Zara los utiliza en todo tipo de prendas y sin restricciones cromáticas.

Venca nos propone una camisa oversize fantástica para combinar con pantalón fuseau (lo siento chicas, es cierto, vuelven…)
En Pull & Bear he visto este bolso, similar al rígido de Fendi, magnífico para nuestra “vuelta al cole”.
Y si os atrevéis con el total look, en Sephora tenéis los Nail Patch Art en blanco sobre rosa o blanco sobre negro. ¡Me encantan!
Este otoño–invierno ¡todas lunáticas!

        P.E.: Ayer nos ha dejado Jesús del Pozo. Aunque en los últimos tiempos se había visto un poco relegado por los nuevos talentos, seguía siendo una de nuestras mejores agujas. Le echaremos de menos.

3 comentarios:

  1. Ya están en todas las tiendas!!! Vienen para quedarse.
    Me encantan los lunares (por supuesto) !!!!
    Besos
    MJ

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  2. Un post genial! Me ha encantando! Hace poco que me enteré de que se llaman Polka Dots, como no sé idiomas, supongo que será por eso. Eso de topos o topitos me parece una cursilada. Para mí son lunares, yo soy muy clásica. Y sí vienen para quedarse, llevan ya varias temporadas inténtandolo y creo que esta es la definitiva. Estoy planteándome comprar la chaqueta de Zara, ¿ será el calor ? Besss

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  3. Hola recien he descubierto tu blog y lo encuentro realmente interesante .
    Felicidades¡¡¡¡¡

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Me encanta leer tus Cool&Cold-mentarios.