... o de dos

Ya os torturé en el post anterior contándoos que en la Sicilia del 1600 a.C. unas adelantadas a su tiempo fueron plasmadas para la posteridad llevando una especie de traje de baño de dos piezas. Pero para asistir al nacimiento del bikini, tal y como lo conocemos hoy (más o menos), tendríamos que esperar hasta mediados del siglo XX, cuando un diseñador francés, Jacques Heim, presenta un traje de baño de dos piezas, tan reducido que decide bautizarle con el nombre de “átomo”. Pero será el 3 de julio de 1946, cuando el ingeniero automovilístico Louis Réard revolucionará la moda de baño regalándole al mundo el bikini. En aquel verano los norteamericanos estaban haciendo pruebas nucleares en las Islas Marshall del Pacífico central, y el nombre de uno de sus arrecifes –el atolón Bikini- aparecía continuamente en las noticias. Réard, visionario él, pensó que el efecto que una mujer llevando su invento provocaría en el sexo opuesto, sería similar a una explosión atómica, por lo que decidió bautizar al dos piezas con tan exótico nombrecito –si un diseñador se inspirara hoy en día en el telediario para denominar su colección, cada temporada estrenaríamos un nuevo “prima de riesgo”, tiempos estos….

A la hora de lanzarlo al mundo, su creador encontró un pequeño problemilla, ya que ninguna modelo profesional se atrevía a exhibirse tan escasita de tela, por lo que tuvo que recurrir a una stripper –perdón, bailarina exótica- del Casino de Paris, Micheline Bernardini, que accedió a posar en una piscina, llevando en la mano una caja de cerillas para indicar que en ella cabía el novedoso dos piezas. Tanto ella, como las demás desvergonzadas que en aquella época se atrevieron a lucir bikinis fueron bautizadas para la historia como bombshells (granadas).

Pero como todos los comienzos, los del bikini no fueron fáciles. No ayudaba mucho (más bien, no ayudaba nada) el que la mujer que lo llevara fuera tachada de indecente y falta de moralidad (tendrían que ver hoy a las adolescentes camino del instituto). El culpable de esta falta de decoro no era otro que el ombligo. El Código Hays, por el que se regía la producción de películas, prohibía las “exposiciones indecentes o indebidas” y exhibir el ombligo entraba en esa categoría, por ello estrellas como Ava Gardner, Dolores del Río, Rita Hayworth, Lana Turner o Marilyn Monroe se dejaban fotografiar con dos piezas, pero ocultando tan indecoroso orificio.

El cambio de tendencia se lo tenemos que agradecer a Brigitte Bardot quien en la promo de la película “Y Dios creó a la mujer”, en 1957, posó valientemente en las playas de Saint Tropez y Cannes luciendo palmito y, no sólo eso, sino  enseñando ombligo.

En 1960 el cantante Brian Hyland graba su canción "Itsy Bitsy Teenie Weenie Yellow Polka Dot Bikini" despertando en las adolescentes norteamericanas una fiebre por la prenda del escándalo.

Ese mismo año el descubrimiento de la lycra revolucionó la producción textil al adaptarse al cuerpo.

Dos años después, la primera chica Bond, Ursula Andress, en “007 contra el Doctor No” paró la respiración del mundo cuando surgió de las aguas con su famoso bikini con cinturón.  Ya no había vuelta atrás, estábamos condenadas a vivir nuestros veranos en bikini.

Aunque esta temporada los diseñadores han volcado su creatividad en el bañador, yo prefiero el bikini. Es más, si no fuera porque una ya no tiene edad ni físico para practicar el exhibicionismo, optaría por el “no-kini”, o lo que es lo mismo, cualquier marca solar sobre mis pellejillos me ofende la vista.

A pesar de lo dicho, de todos los modelos que he rastreado este año, me he rendido totalmente a la propuesta de Gucci. Con él me olvidaría de las marcas del sol, así mutara en cebra.

Si pudiera, me quedaba con todita la colección de Amelia Botero (no apta para agentes secretos que quieran pasar desapercibidas en la playa).

Cuando ya esté morena y no tema a las marcas solares, no dudaré en elegir las propuestas de Asos. Me han encantado sus asimetrías,

Y sus trampantojos.

Gottex también juega con las formas.

Antes de que Alexander McQueen nos hiciera a todas sucumbir ante las calaveras, yo ya me había rendido al print craneal, y nunca he escondido mi amor incondicional por Ed Hardy, así que me quedo con su propuesta, diseñada por Christian Audigier.

Lenita también se rinde al estampado skull, en versión pirata (incluye cofre del tesoro).

La misma marca nos propone lucir palmito enfundadas en la Union Jack (¿Dios salve a la reina?).

Una de las tendencias de temporada han sido los flecos (me encantan…) y los bikinis no han podido escapar de ella. Red Point los convierte en falda,

Y La Perla nos regala un pasaje a África con su Antelope Sauvage.

Pero si hay un color que nos favorece en verano, sin ninguna duda ese es el blanco. No puedo concebir un verano que no vaya unido a un bikini de ese color. Me ha parecido maravilloso el que he encontrado en Calzedonia.

Pero no desterraría de mi maleta este modelo de Massimo Dutti.

Blanco debe tener cámaras ocultas en sus vestuarios, y por eso me ofrece un fantástico push up (¡gracias!, ¡gracias!).

Juana Martín (me muero por uno de sus trajes de flamenca, muy útil cuando vives en Madrid) me ha conquistado con su elegantísima combinación con negro.

¡El verano me deja de dos piezas!

Hace ya algunos días Ana Cristina de  I need more hangers me invitó a compartir en mi blog una frase que me guste, me inspire o signifique algo importante para mí.

Le he dado muchas vueltas y he encontrado frases cursis hasta el retortijón, tan filosóficas que me produjeron dolor de cabeza o profundas como la fosa de Las Marianas. Tras mucho reflexionar llegué a la conclusión de que había varias frases que me gustaban, como por ejemplo: “Toma este cheque en blanco para comprar en Louboutin / Louis Vuitton … (rellenad los puntos con lo que queráis)”, o “Ha llamado Viggo Mortensen / George Cloony … (idem que antes con los puntos suspensivos) para invitarte a pasar un fin de semana en Nueva York / Paris … (no diréis que este blog no es interactivo)”, pero, al final, creo que la frase que más me gusta es (redoble de tambores…): “TE QUIERO”.

Nunca secuestréis en vuestra garganta a un “te quiero” que lucha por escapar, porque los sentimientos que nos callamos se convierten en cicatrices en el alma.

Así que, eso, os quiero,

- a los que me leéis (sufridores, que sois unos sufridores, nunca dejará de sorprenderme vuestra capacidad de masoquismo),

- a mis amigas (chicas, veinticinco años juntas, y tan fabulosas como el primer día –un poco más maduras y muchísimo más atractivas-),

- a mis enemigos, que hacen mi vida muchísimo más divertida e interesante,

- a los hombres de mi vida, que en algún momento me hicieron sentirme una princesa (luego la cagaron, pero, nadie es perfecto)

- y, por encima de todo, a mi familia (papá, mamá, Montse, Teresa, Ángela, …) porque he tenido la suerte de aterrizar entre la mejor gente del mundo.

Le paso el reto a:
 * Soy cool y tengo un bulldog inglés (me gustaría conocer también la frase favorita de Macondo)
 * Cool Vanity
 * El blog de Mery of the Style
 * Historias de Marte
 * Melancora