No hay dos sin tres, a la tercera va la vencida, tres eran tres los post sobre tendencias, y etc. El otro día alguien me decía que ahora en la moda ya no hay modas, y todo se lleva. Aunque he necesitado tres post para hablar de todos los must que me he ido encontrando en mis maratonianas jornadas de shopping (y luego dicen que no hago deporte, que me acompañe el Selassie ese un día a un centro comercial y no me aguanta ni la primera horita en Primark), retomo, no es cierto que puedas ponerte cualquier cosa, es más hay prendas magníficas que han caído totalmente en el olvido (¿qué me decís del polisón y el guardainfantes?) y sin embargo este año terminaremos todas saliendo a la calle en pijama, como si un extraño virus nos hubiera atacado masivamente (ya hemos sigo vacas locas –unas más que otras-, y pollos –me niego a ponerlo en femenino- griposos, así que ¿por qué no cool noctámbulas?)
En fin, sigo con todo lo que podremos ponernos esta temporada:

Las armas que me ofrece Salvatore Ferragamo (¡ains!)
O los fantásticos estampados de Basso & Brooke.
También me ha encantado la propuesta de Derek Lam,
Y os dejo a vosotros los comentarios sobre este diseño de Thakoon (¡hey, jippy hey!)

Y, sin duda ninguna, con las magníficas americanas que presentó Jean Paul Gaultier (¡qué color!)
Cuando el verano ataque seré una niña buena (pero no tanto), con este diseño de Derek Lam
O las maravillosas faldas de Prada,
Y sacaré mi lado rebelde de la mano de Dsquared2.
Y para mí para siempre me quedo con este pantalón maravilloso de Salvatore Ferragamo (¡vivan los chicles!)
Y, por supuesto con el kaftán de Tommy Hilfiger (hasta le perdono el color).
En versión low cost, me han encantado las pailletes y los flecos de Zara,

Bajando al mundo del común de los mortales, me ha enamorado esta propuesta de Giambattista Valli,
Tampoco cierro mi corazón a la delicadeza de los vestidos que presentó Louis Vuitton.
O a las flappers de Ralph Lauren,
Y las Pocahontas de Just Cavalli.
Pero mi amor entero es para toda la colección de Mathew Williamson (no sabéis qué sufrimiento elegir sólo uno…).

No haré ningún comentario sobre esta maravilla de Elie Saab (definición de redundancia: decir Elie Saab y maravilla en la misma frase).
Y mis labios están sellados ante las propuestas de Louis Vuitton.
Tampoco le negaría la entrada en mi vestidor a las faldas de Erdem.
En versión asequible, me quedo con esta propuesta de Blanco.

Y su hermanita gemela que he encontrado en Blanco.
Si logro meterme en una Spandex enteriza que elimine todas mis curvas (y no muero en el intento), me rindo a los pies de este Prada.
O de este Sonia Rykiel (no, si va a terminar gustándome el amarillo…)
Incluso de este Erdem (fantástico el escote barco, supertendencia esta primavera).
Y si me regalan las sandalias y me dejan quitarme el gorrito, le haré un hueco a Burberry Prorsum.
Me ha encantado la propuesta de Primark que tan glamourosamente luce “la novia cadáver” (lo siento, no he podido reprimir este comentario…)

Y, como soy como los péndulos, el estilo lady de Derek Lam,
O los fantásticos trajecitos de Moschino Cheap & Chic
No le he cogido el punto (nunca mejor dicho) a sus vestidos “mi abuela tenía una mantita para las tardes de invierno”.
Y no entiendo en absoluto la propuesta de Tommy Hilfiger (biquini y jersey après-sky ¿cómo tienen el aire acondicionado en el chiringuito donde va este hombre?)
Me quedo con la chaqueta-kimono de Zara.
Preparaos, porque la primavera está en el aire…