A los que creáis que el traje de baño es un invento
moderno, os diré que la historia nos cuenta que más o menos en el 1.600 a .C. un alicatador siciliano en los mosaicos de la villa de Plazza Amerina nos dejó un catálogo de trajes de baño de dos piezas (calzón y strophium); bien es cierto, que refleja escenas deportivas, y se intuye que la finalidad del modelito no era que su portadora se tostara al sol.
Con la caída del imperio Romano, aunque se le empezó
a dar mucha importancia a la limpieza de espíritu, la del cuerpo se dejó un
poco de lado, y eso de bañarse, con ropa o sin ella, no se llevaba mucho, y en
el caso de que algún friki lo hiciera, era desnudo.
En el siglo XVII, Madame de Maintenon, primero amante
y luego esposa secreta de Luis XIV de Francia, consiguió que las parisinas
pudieran bañarse en el Sena, llevando unas camisas de baño que le daban poco
trabajo a la imaginación una vez que se mojaban.


Aunque en las décadas siguientes la cantidad de tela
fue menguando, la gran revolución de esta prenda tuvo lugar en la década de los
60, con la invención de la lycra, lo que permitió la confección de prendas
elásticas.
Dicen los tratados de moda que en época de crisis el
bañador le gana al bikini, será por eso que este año, aunque nosotras nos
empeñemos en el dos piezas, en las pasarelas el bañador ha ganado la partida.
Aunque mi odio por las marcas del sol en la piel me
hacen preferir el bikini, ninguna temporada puedo resistirme a tener un bañador
negro. Como este verano no va a ser menos, me quedo con la propuesta de Asos
para causar sensación en la terracita playera.
En el mismo color, Andrés Sardá nos traé un híbrido
bañador-triquini, fantástico.
Triumph nos permite camuflar el fracaso de la
operación bikini.
Y Guillermina Baeza se apunta a las asimetrías.
No os dejéis engañar por su escasez de tela, porque
en esta prenda podemos encontrar todas las tendencias de la temporada.
El blanco nos lo traen Carioca,
y Gottex (aunque se me meta arena en las sandalias, a
Dios pongo por testigo, que si eres mío, iré en bañador hasta que Papá Noel
trepe por mi chimenea).
La misma marca nos acerca al mint, color tendencia del año.
Los colores fluor vienen de la mano de Red Point,
Dolores Cortés para Special K,
o H&M.
Me ha encantado el estilo retro de Women’ Secret,
Nos llenan de flores el modelo Touch de Guillermina
Baeza,
o Etham (¡Hawai espera!),
Cortefiel nos envuelve en un pañuelo,
Me ha enamorado la tendencia tribal que nos propone
La Perla en su Antelope Sauvage (no hay león que se resista…),
Recogen el testigo Yamamai y sus flecos,
o el print tribal de Venca.
Merece un Nóbel el diseñador del bañador moldeador,
como el que he encontrado en Women’s Secret.
¡No hay excusa para no lanzarse al agua!