
Ya os hablaba la semana pasada del empeño que tenemos las mujeres en desnudar bichos (en contra de la voluntad de éstos) para vestirnos nosotras. Y es que, mucha cera, mucho láser, mucha depilación con hilo, pero a la que más a la que menos, nos vuelve loca un pelo. Claro, que he de darle la razón a mi chico, yo me visto con pelo de animal, pero de piel de marido (por la parte de la Visa , ya me entendéis).
En fin, que este año vuelven los trogloditas. Y hay para todos los gustos, porque la que no quiera ofender al reino animal, puede optar por las pieles ecológicas (la sintética de toda la vida) que cada vez dan más el pego.
De todas las propuestas que he visto mis favoritas son un abrigo de Matthew Williamson,
una chaqueta de Maison Martin Margiela en uno de mis pelos favoritos: el de la oveja tibetana (ésta a lo mejor es budista zen y se deja desnudar con más tranquilidad),
y un chaleco de la misma marca.
También me parece fantástico el jersey de Burberry Prorsum.
Pero también las marcas más asequibles tienen sus propuestas peludas. Desde BDBA que nos trae un minichaleco bicolor fantástico,
hasta Zadig & Voltaire,
o Asos donde me ha conquistado un chaquetón de piel eco en el más puro estilo retro (qué queréis, estaba de rebajas – ¡a estas alturas! – y no he podido contenerme).
pasando por Blanco, donde he encontrado un chaleco en piel sintética de un fantástico color azul,
Mango, donde he visto un chaleco precioso en piel de oveja,
y por supuesto todo el grupo Inditex. En Berska he revivido los cincuenta con un chaleco blanco en piel sintética y los setenta con una minichaqueta, también eco, azul klein.
En Zara me han tentado de un montón de formas distintas. Con un abrigo de piel de cordero,
una cazadora de pelo trenzado,
o una cazadora en el más puro estilo yeti (no digáis nunca jamás, acabaréis usándolas…).
Pero no sólo de ropa se llena un armario (o, en mi caso, varios), así que también vamos a darle un repaso a los complementos. De todos los que he visto mi favorito es, como no, un Louboutin, pero no un zapato (bueno, un par), sino un bolso. Me encanta el modelo Anastasia, igualito, igualito, que un Lulú de Pomerania.
Pero aunque estoy enamorada incondicionalmente de todo lo que hace Mr. Louboutin, no le voy a hacer ascos al bolso de mano que he visto en Givenchy,
ni al Altai de Balmain,
Aunque me tendré que conformar con el shopper de Zara,
De las manos, a los pies. Mientras intento encontrar en alguna tienda vintage los fantásticos botines Monkey Fur de Elsa Schaparelli (desde sus tacones, 73 años nos contemplan)
me quedo con las espectaculares botas de Jimmy Choo,
el botín, como no, de Zara,
los Lynnea de UGG (geniales para un día de shopping),
Y para ir cómoda y calentita, las peludísimas botas de la misma marca (a Dios pongo por testigo que nunca más pasaré un invierno sin unas botas australianas),
Y, para que veáis que el pelo se puede llevar en todas partes (uff, ¡qué mal ha sonado eso!), termino con unas gafas de Givenchy.
Viene el frío, y yo con estos pelos…
P.E.: Mamá, te quiero. Eres alegre, cariñosa y la mujer más bella que conozco. Y cada vez que cumples un año, estás un lustro más joven. Que tengas un año maravilloso.