Tengo que admitir que me ha costado. Era ver un
dibujito en una prenda de ropa, y brotarme un sarpullido por todo el cuerpo.
Pero debe ser que ya ha empezado mi mutación en vieja excéntrica (me viene a la
mente el inenarrable guardarropa de la Duquesa de Alba), que de un tiempo a
esta parte, me pierdo por los estampados. Igual me da capullo primaveral (y no
miro a nadie) que animal selvático y melenudo (sigo sin señalar…). Aunque los
looks monocolor siguen invadiendo los escaparates, este año los estampados se
han hecho un hueco en todo armario fashionista que se precie. Y aunque casi
todo vale, hay cinco its:
Barbara Bui ha despertado mi lado más felino.
Y he caído rendida ante la propuesta de Donna Karan
(Nueva York en estado puro).
Isabel Marant le saca las garras al frío.
He encontrado a otro miembro de la manada en
Almatrichi.
El vestido de Mango me ha atrapado en sus garras.
● Cuadros: al margen de que mi afinidad con los
clanes de las Tierras Altas termina con el gusto de alguno de mis allegados por el
whisky de malta (tú sabes que lo digo por ti…) y de la impresión que aún me
causa ver a William Wallace – Braveheart – Mel Gibson luciendo canillas, este
año me rendiré al estampado de cuadros. Gran parte de la culpa la tienen
Michael Kors,
y la fantástica pasarela presentada por Giambattista
Valli (para muestra…).
En Mango he encontrado esta fabulosa capa (sigue sin
parecerme una prenda cómoda, pero todos los años pico).
Zara nos invita a vestirnos de alegres leñadoras.
Y Tara Jarmon le planta cara a los días grises de
otoño.
● Flores: quien a estas alturas siga pensando que el
estampado floral sólo es para la primavera, está más perdido que el TomTom de
Cristóbal Colón. Será una consecuencia del calentamiento global, pero a partir
de octubre nos brotarán rosas, peonías y crisantemos. Por este Valentino me
convertiría en parterre inglés.
Se me revolucionan los pistilos al ver los pantalones
de Isabel Marant.
Y no me cansaré de revolotear alrededor de la falda
de Gucci.
Me encanta la
delicadeza de las flores que nos propone Sister Jane.
Y he caído rendida a las suelas de las sneakers que
he encontrado en Bimba y Lola
No pienso resistirme al vestido que he encontrado en
Blanco.
● Geométrico: al más puro estilo papel pintado de Cuéntame (por cierto, al paso que vamos,
terminarán ambientándola en El Alcón
Milenario –“ugggg, ugggg, Alcántara, yo… soy… tu padre”, dirá Darth Vader-“),
Miu Miu, Prada y Rochas nos devuelven a la década de los ’70 (¡un trío
maravilloso!)
Miu Miu |
Prada |
Rochas |
Fantástica la combinación cromática de Giambattista
Valli .
Me ha encantado la falda que me ha salido al
encuentro en H&M (no sé cómo he podido verla entre todo el oropel gentileza
de Anna dello Russo ).
● Oriental: sin duda, mi opción favorita. Me encanta
todo lo que viene de oriente: los rollitos de primavera, el sushi o un rubí
recién salido de las minas de Birmania. Etro nos trae la versión más delicada.
Y Dries Van Noten nos convierte en cuadros de Zhang
Daqian.
Barbara Bui domestica al tigre de Malasia (¿qué habrá
sido de Sandokan?!)
Me parece fantástica la estructura de los vestidos de
Proenza Schouler.
Me han enamorado las geishas que nos presenta
Desigual.
Y no puedo resistirme a los pantalones que he visto
en Blanco.
Me he rendido: este otoño gana el estampado.